Reflexión sobre nuestro legado
You (tú/vosotr@s) es un mensaje, dirigido a las futuras generaciones, acerca del papelón que les dejamos, y con la esperanza de que aprendan de nuestros errores y sean capaces de corregir la trayectoria y arreglar el destrozo que le hemos hecho (y estamos haciendo) al mundo, fruto de nuestra incapacidad para entendernos, fruto de nuestro egoísmo, nuestra codicia y nuestra escasez de miras.
Para hacer el videoclip lo tenía todo bien a mano.
Tengo dos hijos, de 3 y 6 años, y estos tienen una cuadrilla entre el cole (Eulza, en Barañáin) y la piscina (Lagunak, en Barañáin).
Conocemos bastante a las familias, a algunas mucho, así que les pedí prestad@s a sus hij@s, me l@s dejaron, y me los llevé por parejas a grabar, en diferentes días, con unas sencillas premisas e instrucciones.
Fue divertidísimo, porque son unos soletes, y porque la generosidad y la voluntad parece que fueron la norma con la que acogieron esta pequeña vídeo aventura.
Para hacerlo lo mejor posible y salir airoso de este envite establecí unas normas y protocolos.
Lo primero es que l@s chaval@s te conozcan, y que por lo tanto sientan cierta confianza contigo, y cierta tranquilidad; Lo segundo es que, a ser posible, no estén presentes sus progenitores. Esto es importante si quieres que estén relajados, sean naturales y se centren en la pequeña historia en la que les introduzco (para muchas cosas los padres sólo estorbamos); Lo tercero es que todo el proceso tiene que ser sencillo, de intervalos muy breves (para que no se aburran ni se despisten) y sin demasiadas repeticiones (grabar más de un minuto cada vez ya es pasarse); Lo cuarto es que tiene que haber un delicado pero necesario equilibrio entre el juego y la seriedad (mano derecha vs mano izquierda), así que hay que buscar la forma de mantener la tensión dentro de un ambiente de lo más relajado y, a ser posible, hilarante; Y quinto (y último), es que tienen que saber qué hacen y entender por qué lo hacen, ser partícipes y no meras marionetas, y para esto lo que hice es grabar primero a mis hijos, que los tengo bastante entrenados, y luego justo antes de rodar con cada pareja les enseño las tomas que tengo de los anteriores para que vean el resultado y lo fácil que es, y después, importantísimo, conforme íbamos grabando les iba enseñando lo que estaban haciendo, y eso de verse les da un perspectiva diferente. Se ven, se corrigen, se animan y se entregan con mayor vehemencia conforme avanza el proceso. Se lo toman más en serio al tener consciencia de lo que hacen.
Comencé grabando a mis hijos a principios de marzo en La Pineda (Tarragona), y terminé a finales de abril. Es decir, el proceso duró más de dos meses, con la edición incluida.
Primero tenía que proponerlo a las familias, luego que quisieran, sobre todo que quisieran l@s peques, después ver cuándo iban (íbamos) pudiendo quedar para hacer las parejas, y después ir grabando.
Lo más complicado del proceso en realidad es una cuestión de lo menos técnica y de lo menos artística; seleccionar a l@s peques, teniendo en cuenta que al final entre el cole y la piscina, unos lazos y otros, son much@s, y como no se puede grabar a tod@s, much@s se tienen que quedar fuera, lo cual es mucho más duro de lo que parece.
En el vídeo no hubieran cabido más, de hecho he tenido que prescindir de infinitas tomas que me encantaban, pero sigue siendo injusto que algun@s aparezcan y otr@s no, con lo cual el gusto agri dulce lo voy a tener siempre ahí, y nada me lo puede quitar.
Y vamos a ir por orden cronológico:
A mis hijos, Marco y Lidia, como ya he dicho antes, les grabé en La Pineda (Tarragona); A Mikel y Alba les grabé por la zona del camino de las huertas y el río entre Barañáin y Zizur (Navarra); A Ceci y a Jon me los llevé al monte Perdón, al oeste de Pamplona y Barañáin; con Salomé y Yeiko nos fuimos a la Balsa de Ezkoriz, junto a Zolina (Navarra); Maia e Irati bailaron y rieron en La Ciudadela de Pamplona; y por último quedamos tod@s junt@s en nuestras piscinas Lagunak, en Barañáin, y ahí grabé a Emma y Nico, Jana y Laia, y traté de grabar algunas cosas con tod@s a la vez, pero eso ya me quedó grande 🙂 Demasiadas bestias en la misma jaula. Desistí! Jajajajajaj!!!!
En mi mente este vídeo era de otra manera, mucho más elegante y estético, y mucho menos humano.
Tenía claro el tipo de color y de luz que quería, aunque empezar a grabarlo en Tarragona en días nublosos no me ayudaba de ninguna manera, y fue la presencia y actitud de l@s peques lo que fue cambiando paulatinamente mi idea, y hasta comencé a utilizar la cámara de distinta forma.
En el momento de editarlo, conforme iba viendo y etiquetando las tomas, todavía cambió más mi concepto. De hecho hice un montaje inicial que no pude evitar mandar a paseo, y me doblegué a la simpatía y la naturalidad de mis maravillos@s protagonistas.
Finalmente no hice el vídeo que quería hacer, hice el vídeo que no me quedó más remedio que hacer, porque también es importante ser capaz de percibir y admitir que lo que te están dando es mejor que lo que tú tenías. Al menos más real y más emocionante. Más auténtico y menos estético.
No me preguntéis por qué, pero tenía clarísimo que iba a poder trabajar con niñ@s sin ningún problema. Y ha sido divertido, curioso y realmente instructivo para mí.
No sé si luego, con el paso de los años sumergidos en esta sociedad (de eso habla la canción) nos vamos viniendo a menos, nos vamos deteriorando anímicamente, nos vamos haciendo más tacaños y desconfiados, pero si esos niños con los que he hecho el vídeo, y todos los demás, siguen siendo así de majetes, voluntariosas, generosos y alegres dentro de 20 ó 30 años, el futuro es mucho más alentador de lo que imagino ahora mismo.
Supongo que la cosa es que seamos capaces de ayudarles a que esto sea así. Orientarles para que sean buenas personas, generosas, amables, trabajadoras, divertidas y libres de prejuicios y estigmas.
YOU son ell@s, es por ell@s y es para ell@s.
La canción contiene, más directa o indirectamente, mensajes duros e indigestos, pero es una canción intencionadamente alegre y enérgica, tratando de ser un acicate para corregir el rumbo en el que vamos, corregirlo mejor antes que después.
Un millón de gracias a mis pequeñ@s titanes por darme todo sin pedir nada!!!
y otro sincero millón de gracias para las familias por confiar en mí, por prestarme sin peros ni trabas a sus maravillosos tesoros para una de mis pequeñas locuras. Gracias!
Espero de corazón haber estado a la altura de esa confianza y que el resultado os haya gustado, a l@s peques y a l@s mayores. Infinitamente agradecido.
Y a l@s demás espero también que os haya gustado el vídeo, y que os haya gustado esta pequeña explicación.
La canción ya tiene su sentido, y el vídeo la acompaña plenamente.
Al final esto es sólo retórica para adornar las orillas del río, como si fueran juncos.
Hasta pronto! 😉