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Pablo Works Se Va

Pablo Works Se Va

Cuando sientes que un sitio no es para ti…

Es difícil, si no imposible, saber cómo acertar en las cosas de esta vida.
Elegir el camino correcto, la opción adecuada.
Para mí es mucho más sencillo entender dónde o con quién no quiero estar, lugares, cosas o personas que no me sientan bien, que me agobian, que no me permiten ser yo mismo. Eso lo veo claro.

Me torturan

Eso me ocurre de forma manifiesta y palpable con las «redes sociales», fundamentalmente con Facebook y con Instagram. Y me sucede mucho más con Pablo Works que con Pablo Líquido, y creo que sé el por qué.

De entrada las redes sociales, estas dos que he mencionado (porque tampoco me manejo en otras) han sufrido un perverso y paulatino cambio desde sus orígenes hasta el momento actual.
Cada una, a su estilo y con sus peculiaridades, ha ido mutando de una herramienta o lugar para contacto e intercambio entre personas que se conocen, o no, a tablón de anuncios puro y duro.
A ver, lo entiendo, son negocios, y lo ingenuo era pensar que iban a estar toda la vida dándonos un espacio idílico a cambio de nada. No critico a las aplicaciones ni a su evolución, pero ahora me parecen más injustas, menos amigables y no me siento cómodo.

Tampoco voy a entrar en lo que publica o deja de publicar cada persona, ni en las formas de verter opinión o sembrar cizaña, o polémica en ocasiones. No voy a valorar el uso político o ideológico que los indíviduos o entidades hacen, ni el uso peculiar, personal o las idas de olla y derivas varias.

El algoritmo

Me voy a ceñir al todopoderoso algoritmo, al obsceno vicio del dichoso algoritmo, que va siendo paulatina y sucesivamente modificado para frenar, retener y paliar el empuje orgánico de las publicaciones, las que pueden ser de verdadero interés o calidad, para regularlas, apartarlas y que cedan el paso a las que son de pago, las que les aportan ingresos. Lógicamente.
Pero eso hace que pierda dinámica, que no haya posibilidad de prosperar sin pagar, y que, en definitiva, se haya convertido en un medio básicamente publicitario una vez que tod@s hemos convergido ahí atraíd@s por sus bondades primigenias (de las cuales quedan resquicios).

También es llamativa, o a mí no me pasa desapercibida (y me desagrada sobre manera), la preponderancia de lo banal y lo morboso (y los escotes), frente a los contenidos sesudos, con calidad, trasfondo o fundamento.
La victoria incontestable de la forma (burda) frente al fondo (auténtico).

Cualquier descerebrada con mallas y sin pudor ni principios tiene ganada de calle la partida a cualquier intelectual interesante y reflexiv@, o a cualquier artista honest@ y sentid@.
¿Para que vas a transmitir o compartir contenidos laboriosos y genuinos si cualquier fémina de la media para abajo te va a eclipsar con sus precarios encantos? (no los intelectuales)

No somos rival para el entretenimiento vacío ni para el comercio de carne, ni lo seremos jamás.

Mi lugar

¿Pero de qué me sirven llevar 9 años trabajando en Pablo Works, un artista super creador, mega prolífico e infinitamente independiente, si tengo que someter sus obras y su camino a los mismos rigores de quienes pretenden ser artistas comerciales, o al menos aspiran a vivir de ello? Sería absurdo.

La verdadera ambición de Works es la máxima que existe, ser único e incomparable, o sea, ser yo, aún a costa de conseguirlo y que nadie se entere. Es un riesgo que estoy decidido a correr.

8 días

Desde el momento en el que comencé a escribir la canción SE VA hasta el instante en el que publiqué el vídeo han transcurrido 8 días, así que es muy probable que haya batido algún récord 🙂

Aproveché el viaje en furgo que hicimos la familia a Getaria (Guipúzcoa) el fin de semana para grabar las imágenes que acompañaran a la canción recién escrita y grabada. Así que el lunes 20 de octubre escribí la canción, y el lunes 27 publiqué el videoclip.
Visto y no visto, y a otra cosa mariposa.

Soy el último mono, no puedo negar esa evidencia, pero hacer lo que me da la gana, como me da la gana y cuando me da la gana… ese es un lujo que sólo tengo yo, y tiene un valor definitivamente incalculable.
Tener la capacidad de disponer del tiempo, de los medios y de los conocimientos para escribir, grabar una canción y rodar el videoclip, cuando me venga en gana y sin depender de absolutamente nadie…

¿Para qué necesito las «redes sociales» si todo lo que tengo que decir y todo lo que quiero contar y expresar ya está en mis canciones y en mis videoclips?

Pablo Líquido es otra cosa, es un showman, es un intérprete que divierte, entretiene y emociona utilizando la banda sonora de su vida, pero no son sus propias canciones.
Su razón de ser es el espectáculo, los conciertos, divertirse y divertir.
Y utilizar las redes sociales como herramienta, aunque esté capada, para que Líquido llegue y siga cerca de la gente que me conoce en toda España, me parece muy útil y muy necesario a día de hoy.
En este caso me toca aceptar las condiciones y las limitaciones a cambio de poder compartir e interactuar.

Siendo honestos

La razón de ser de Pablo Works es otra muy diferente, es sus canciones, y no van a ser Facebook ni Instagram (ni Tic-Toc, ni Telegram, ni X…) las que marquen las diferencias, porque el tipo de público que puede tener sentido para este proyecto artístico concreto es de otro perfil, melómano, gente aficionada a la música, curiosa, que muestra interés y que es capaz de salir de los cauces ordinarios en busca de contenidos que le satisfagan.

No creo que lo que hago sea del interés del mismo público que sigue Tic-Toc, o el reggaeton, o los realitys televisivos tipo OT o La Isla de las Tentaciones.
No lo creo porque a mí todo eso me importa e interesa lo mismo que me importa e interesa una boñiga, pero también puedo estar equivocado.

El caso es que sin abandonar los perfiles de Pablo Works en Insta ni Face, sólo vaciándolos y sin darles mantenimiento ni contenidos, Pablo Works ««SE VA« de Instagram y de Facebook, y se centra en su web pablo.works y en su canal de Youtube como herramienta principal.

Y de eso habla esta canción, de ninguna otra cosa. Sin dramas ni tragedias en realidad.
Sólo que siento que no pinto ya nada ahí.
Eso es todo.

Se Va

Pablo Works

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