Nunca en tan poco espacio se hizo tanto
Si os digo las medidas de Cuboestudio, el cubículo en el que llevo trabajando más de 15 años, muy probablemente no dierais crédito a tal afirmación, por lo ridícula que sonaría.
Porque no son los años, son las horas al día que meto ahí, y son las múltiples funciones que cumple, los discos que han salido de ese Cubo, y todas las canciones que he escrito, las bases para los conciertos de Pablo Líquido, los ensayos interminables… y las ilusiones que impregnan hasta el último rincón de ese minúsculo lugar.
Pero el sumun son las Cubo Live Sessions.
Ahí ya hago tope, porque es vídeo, y porque los tiros de cámara y los posibles planos en un espacio tan reducido son los que son, y no otros. Hay limitaciones incontestables.
Yo no me puedo poner de otra manera, no puedo alejar las cámaras, y desplazarlas lateralmente es una auténtica odisea llena de apaños y soluciones improvisadas de aquella manera.
Pero son las cámaras, yo, y también los micros, los cables, los trípodes, las luces, el dimmer, todos los aparatos del estudio, los instrumentos… son muuuuchas cosas en muuuuy poco espacio.
Hay una cosa que me encanta hacer últimamente y que muy probablemente es un lujo que no todo el mundo se puede permitir, o se permite.
Adoro grabar cosas sin preparar, ni tan siquiera pensarlo y, salgan como salgan, publicarlas.
Ya sean canciones nuevas o temas ya publicados, y ya sean versiones famosas o canciones mías.
Me hace sentir bien ser ya capaz de mostrar con toda naturalidad las cosas cuando se caen de un guindo, y no sufrir por buscar la eterna promesa de la perfección ni la excelencia.
Obviamente cuando las ponga en pie en directo las tocaré y cantaré mucho mejor que ahora a bote-pronto, pero disfruto con la simple estupidez de publicar cosas defectuosas. No me preguntéis por qué.
Animarme a meter unos sencillos focos y poner la retahíla de cámaras como buenamente puedo y ponerlas a grabar al unísono, me está llevando por sitios que no conocía, y es reconfortante sentirme capaz de darle al REC y tocar lo que se me pasa por la cabeza, y luego mostrarlo.
Es terapéutico, creo yo.
Mientras estaba terminando el primer montaje de cámaras y focos escribí una canción y decidí grabarla de buenas a primeras, tal como venía.
Luego ya habrá tiempo de trabajarla y grabarla en condiciones.
Una canción nueva presentada nada más nacer. Otras esperan años.
Luego, ya probando luces y planos con más intención, publiqué un par de temas del clásico repertorio de Pablo Líquido, EVERYBODY´S TALKING y ROXANNE.
Me da igual ser Pablo Works y tocar lo que me da la gana, como si a Líquido le da por tocar mis canciones. Yo le dejo 😉
Aproveché luego en la edición para probar cosicas de luces y tonos. ¿Qué mejor ocasión?
Lo siguiente fue ir grabando al tuntún canciones de los discos anteriores y, en mitad de una de esas sesiones se me ocurrió, y lo verbalicé, grabar luego una segunda pista con otra voz y ya puestos un poco de percusión.
Total, que me puse una camiseta verde que contrastara con la roja que llevaba en la primera toma, cogí unos cacharricos para hacer ritmos, incluidos también los pies, y ni corto ni perezoso le di a grabar y que fuera lo que tuviera que ser ¿Quién dijo miedo?
De todas las que había grabado se quedaron estas dos por la simple chorrada de que entre ellas había hecho el comentario de grabar otra voz. Sólo por eso. Y pensaba haberlas publicado juntas, todo en un bloque, pero luego eran nueve minutos. Un poco excesivo. Y opté por dividirlo en dos vídeos diferentes.
En este caso, en la edición, elegí un toque vintage televisivo, por hacer mis pruebas de plugins y por darle otro aire a ese espacio tan reducido.
Las canciones fueron AHORA O NUNCA y I´M COMING HOME, que ni tan mal 🙂
Como os digo, evidentemente podía haberlo hecho muchísimo mejor, bueno, mejor resultado, dedicándole tiempo y centrándome en preparar canciones concretas, pero eso es para cobardes y aburrido@s!!!
Prefiero hacerlo así y que cuando la gente me vea en directo se lleve una grata y positiva sorpresa…
…a mejor 😉
Y me hace feliz conservar intactas mi espontaneidad y mi sinceridad.
Soy lo que soy y como soy, y no otra cosa, ni pretendo parecerlo.
Y van ya cinco, veremos cuál va a ser la próxima…
…no me lo puedo ni imaginar (y lo digo totalmente en serio)
Disfrutad la vida, y disfrutad las artes, aunque para eso último tendréis que apartar la densa maleza de marketing que no nos permite acceder a ellas.
A las verdaderas artes y l@s verdader@s artistas.
Besines y arrumacos!
Pablo Works
Pd: Ah! Y me queda medio asalto para tener el nivel suficiente tocando la batería, mientras canto y guitarreo, para hacer conciertos de verdad, de los buenos. Así que no tardaré mucho 🙂